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OLIVERIO GIRONDO (Arg, 1891-1967)

MEDIA FILIACIÓN LITERARIA

Genes y predestino: Porteño bonaerense, Pequeño burgués. Bohemios de Ocasión: Neruda,García Lorca, Leopoldo Marechal, Borges, Macedonio Fernández. Fiesta célebre de 45 días y 30 marineros. Secuaces Impostergables: Conrado Nalé Roxlo, Raúl González Tuñón, Evar Méndez y Emilio Pettoruti

Corriente de Afluencia: Ultraismo, contestatario al Modernismo y Generación del 98. Musa Principal: Norah Lange. Cupido: Ricardo Guiraldes en 1941.

Armas, Mañas y Artimañas : Picando piedra en: revistas de vanguardia como Martín Fierro (allí su manifiesto), Prisma y Proa.

Influencias y Lecturas Traductor de Rimbaud.

Delitos Mayores: Fichado en 1922 por "Veinte poemas para leer en el tranvía", y con "Calcomanías" (tres años después en 1925). Reincidente con "Espantapájaros" (1932), "Persuasión de los días" (1942), y por supuesto "Masmédula" (1953), con semejanza a Vallejo en su obra Trilce.

Opinión WFP: Si Espantapájaros es un libro que invita a volar, el resto de la poética de Girondo, es una oda a la creatividad con alas !! (ver Ars Poética, abajo)

OLIVERIO  GIRONDO (Arg, 1891-1967)

PLEXILIO

(en Màsmédula, 1953) Egofluido

éter vago

ecocida

ergonada

en el plespacio

prófugo

flujo fatuo

no soplo

sin nexo anexo al éxodo

en el coespacio

afluido

nubífago

preseudo

heliomito

subcero

parialapsus de exilio

en el no espacio

ido

SOPLOSORBOS, 1953

Costas rompientes del entonces resacas subvivencias que arenan el ahora calas caries del tiempo Cuanto conjuro lacio cepotedio soborra concubinada soplosorbo del cero vacío vacío ya vaciado en apócrifos moldes sin acople Qué han de bastar los crótalos las figuras los pasos de la sangre el veneno de almendras que se expande al destapar un seno o las manos de viaje Dónde un índice totem una amarra que alcance una verdad un gesto un camino sin muerte alguna cripta madre que incube la esperanza Sólo tumbos retumbos lentas leznas acerbas ambivalentes menos poros secos desbastes fofo hartazgo termita y asco verde exapoyos maltrueques Sólo esperas que lepran la espera del no tiempo. TOPATUMBA (en Màsmédula, 1953)

Ay mi más mimo mío mi bisvidita te ando sí toda así te tato y topo tumbo y te arpo y libo y libo tu halo ah la piel cal de luna de tu trascielo mío que me levitabisma mi tan todita lumbre cátame tu evapulpo sé sed sé sed sé liana anuda más más nudo de musgo de entremuslos de seda que me ceden tu muy corola mía oh su rocío qué limbo ízala tú mi tumba así ya en ti mi tea toda mi llama tuya destiérrame aletea lava ya emana el alma te hisopo toda mía ay entremuero vida me cremas te edenizo.

EXCERPTAS POEMÁTICAS

TEXTO 4 En "Espantapájaros" (1932)

Abandoné las carambolas por el calambur, los madrigales por los mamboretás, los entreveros por los entretelones, los invertidos por los invertebrados. Dejé la sociabilidad a causa de los sociólogos, de los solistas, de los sodomitas, de los solitarios. No quise saber nada con los prostáticos. Preferí el sublimado a lo sublime. Lo edificante a lo edificado. Mi repulsión hacia los parentescos me hizo eludir los padrinazgos, los padrenuestros. Conjuré las conjuraciones más concomitantes con las conjugaciones conyugales. Fui célibe, con el mismo amor propio con que hubiese sido paraguas. A pesar de mis predilecciones, tuve que distanciarme de los contrabandistas y de los contrabajos; pero intimé, en cambio, con la flagelación, con los flamencos.

Lo irreductible me sedujo un instante. Creí, con una buena fe de voluntario, en la mineralogía y en los minotauros. ¿Por qué razón los mitos no repoblarían la aridez de nuestras circunvoluciones? Durante varios siglos, la felicidad, la fecundidad, la filosofía, la fortuna, ¿no se hospedaron en una piedra?

¡Mi ineptitud llegó a confundir a un coronel con un termómetro!

Renuncié a las sociedades de beneficencia, a los ejercicios respiratorios, a la franela. Aprendí de memoria el horario de los trenes que no tomaría nunca. Poco a poco me sedujeron el recato y el bacalao. No consentí ninguna concomitancia con la concupiscencia, con la constipación. Fui metodista, malabarista, monogamista. Amé las contradicciones, las contrariedades, los contrasentidos… y caí en el gatismo, con una violencia de gatillo.

TEXTO 16 En "Espantapájaros" (1932)

A unos les gusta el alpinismo. A otros les entretiene el dominó. A mí me encanta la transmigración.

Mientras aquéllos se pasan la vida colgados de una soga o pegando puñetazos sobre una mesa, yo me lo paso transmigrando de un cuerpo a otro, yo no me canso nunca de transmigrar.

Desde el amanecer, me instalo en algún eucalipto a respirar la brisa de la mañana. Duermo una siesta mineral, dentro de la primera piedra que hallo en mi camino, y antes de anochecer ya estoy pensando la noche y las chimeneas con un espíritu de gato.

¡Qué delicia la de metamorfosearse en abejorro, la de sorber el polen de las rosas!

ESPANTAPÁJAROS

No sé.

Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija.

Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida.

Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias;

¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible–

no les perdono, bajo ningún pretexto,

que no sepan volar.

Si no saben volar

¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!

Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.

¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?

¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?

¡María Luisa era una verdadera pluma!

Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres…

¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores!

Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.

“¡María Luisa! ¡María Luisa!”

… y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.

Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.

¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera…, aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!

¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes… la de pasarse las noches de un solo vuelo!

Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?

¿Verdad que no hay diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?

Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre,

y por más empeño que ponga en concebirlo,

no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

EL SIGUIENTE ES UN VIDEO HOMENAJE AL RAPSODA O. GIRONDO, QUE CONTIENE PASAJES DE LA PELÍCULA: (El Lado Oscuro del Corazón, 1992. Dir. Eliseo Subiela). CLICK

Verona (En "Veinte poemas para leer en el tranvía")

¡Se celebra el adulterio de María con la Paloma Sacra!Una lluvia pulverizada lustra “La Plaza de las Verduras”, se hincha en globitos que navegan por la vereda y de repente estallan sin motivo.Entre los dedos de las arcadas, una multitud espesa amasa su desilusión; mientras, la banda gruñe un tiempo de vals, para que los estandartes den cuatro vueltas y se paren.La Virgen, sentada en una fuente, como sobre un “bidé”, derrama un agua enrojecida por las bombitas de luz eléctrica que le han puesto en los pies.¡Guitarras! ¡Mandolinas! ¡Balcones sin escalas y sin Julietas! Paraguas que sudan y son como la supervivencia de una flora ya fósil. Capiteles donde unos monos se entretienen desde hace nueve siglos en hacer el amor.El cielo simple, verdoso, un poco sucio, es del mismo color que el uniforme de los soldados.

TEXTO 4 En "Espantapájaros" (1932) A unos les gusta el alpinismo. A otros les entretiene el dominó. A mí me encanta la transmigración.

Mientras aquéllos se pasan la vida colgados de una soga o pegando

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